lunes, 18 de abril de 2016

¡Ponte aquí a mi vera, prima!, a ver qué pasa...


Como cada ciclo, llegó con ella, alterado por los colores, aromas de misturas, no sé si del viejo puente o de la eterna alameda.
Allí estaba, dándole al arte de la seductora, ella lo miraba, pensando... ¡que pibe más guapo!, él, gañán, ni la miraba, sólo pensaba en sus cosas... ¡vamos nena! ¿por qué tanta espera? ¿Querría estar segura de que no era uno más? En un descuido, ¡zas! y luego... ¡más zas...! y se fue volando, esta vez ni se fumó un cigarro.
Ella se fue, a tenerlos, prole del año que viene, ¡quién sabe! 
Él, como siempre, a más capturas... con la sangre alterada.
En el aire un viejo tema... 

«¡Todo es de color!... 
qué bonita es la primavera... 
cuando llega...»