En la noche, erguida, mirando al
cielo, juega a payoyo, en cada pliegue se esconde un pedacito de oscuridad,
ella, amiga aliada, deja que le acaricien sus piedras, en una, mil…
Donde quiera que estés
te gustará saber
que por flaca que fuese la vereda
no malvendí tu pañuelo de seda
por un trozo de pan…
…piruetas, dejadas del viento,
soplos de frescura, porteadoras de mensajes. Los de a pie echamos una mirada,
en un ver que todo sigue en su sitio, el pintor la plasma, la acoge en sus
lienzos, la colorea y la hace vistosa, resalta encantos que sólo el pincel ve…
y que jamás
por más cansado que
estuviese, abandoné,
tu recuerdo a la orilla del camino…
Ahora, que soy dueño de ese lienzo
retratado, tengo de ganas de enseñarlo, mucho tiempo escondido, así, pintor y
artista, me lo pidieron… con su permiso, quiero compartirla, dejó esas sombras
en un eterno “escondite” y aliadas, luces que la resaltan…
y por fría que fuera mi noche triste,
no eché al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.
Brillos, colores, matices de gala;
luces que la adornan, árboles que la rodean, parques que le sirven de estancia…
conjunto en la noche que la plasma… escenario de a diario…
Por ti,
por ti brillo mi luz un día
y cuando pienso en ti brilla de nuevo
sin que lo empañe la melancolía
de los fugaces amores eternos.
Sigue cantando el poeta, el pincel
se desliza por el lienzo, una, otra, va de la tela a la paleta, a la próxima
capa, al color que allí rellenará, aclara los brillos, resalta las sombras,
matices en perfecta conjunción, ¡ya va quedando menos!, dos, tres, o algunos
más y conseguirá lo buscado…
Donde quiera que estés,
te gustará saber
que te pude olvidar y no he querido,
y por fina que sea mi noche triste…
Luego, busca a sus aliados,
primeros momentos, opiniones diversas, que le reafirmen, que le digan… “¡bien
hecho!”… lo inmortaliza la foto, lo manda, espera, ¿ansioso?, la opinión de
algún admirador…
no echo al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.
Donde quiera que estés…
si te acuerdas de mi…
Poesía, obra, todo se va acabando,
la mira, miramos, decimos…
¡¡¡cuánta belleza!!! ¡genio!
(Pinta Juan
Alberto, canta Serrat)