domingo, 31 de marzo de 2024

Puzzles al natural

 


Tardes de caminata,  retomando viejas costumbres, el cuerpo, algo más gastado, impone obligaciones que, sin tener ningún motivo, teníamos en parada hoy, ya, recuperadas, en esa hora, primeras de la tarde, vestido para el evento, -¡a la calle!, por delante, tiempo a consumir y kilómetros a recorrer; hoy dirección este y mañana, mañana ya se verá.
Vas descubriendo rutas, pasas por sitios que siempre han estado ahí, entramado de calles, la avenida, parques, y luego, luego esa maravilla de playa, orgullo de muchos, belleza al natural, Las Canteras; en una equina, un nuevo camino, el puzzle del Confital, una avenida que serpentea su orilla acantilada, desde La Puntilla al parque de Pepe el Limpiabotas, calles de casas de siempre, sus cafetines con terraza y sus miradores, esos que se asoman al Atlántico en corte vertical.
Luego del Limpiabotas, el Mirador de Malamor, antesala de la escalinata que baja a la playa que con el mismo nombre del puzzle, culmina gran parte del dibujo. rocas, arena y agua, limpia y cristalina, los ojos van trazando en el aire y cerebro ese punto de nuestra geografía, naturaleza en estado puro, luego,  otra escalinata, la entrada a ese dibujo, siempre ha estado, pero se va expresamente o no se verá, cuando acaba el sitio sigue otro camino, el que lleva, por vereda de tierra al Mirador de las Coloradas, principio y fin según dirección de terrenos no accesibles; ese camino, con su intrincado recorrido, es tarea de otro día.
Gracias por venir
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domingo, 17 de septiembre de 2023

Dibujos... desde crío

 


No sé si lo recuerdo o alguna vez anduvo en mis manos, fueron muchos, láminas y láminas que, una vez escritas, conformaban los primeros libros de texto, no sin haber coloreado debidamente su contenido; eran motivo de mucho disfrute, más o menos, cada semana, caía una por nuestros inquietos dedos, cada uno dedicado a la suya, no era una competición, no, ni tan siquiera un reto, era eso, solo completar, para, más tarde, estudiarla, la escena era cotidiana, ninguno se libraba de su elaborado trabajo.

Luego, años màs tarde, olvidado en cualquier estante reposaba el cuaderno libro, allí guardaba  horas y horas de trabajo, aunque dábamos lo que se nos pedía, podemos llamarlo "de la mala gana", a él le dedicábamos las horas del finde, no se podía dejar a medias, los lunes, a primerísima hora, el maestro los recogía, a mitad de semana te contaría tus fallos, vuelta a empezar, bien o mal el entregado, a empezar el nuevo, menuda batalla.

Al final quedaba el examen de lo trabajado, hoy Geografía, mañana Naturales; otro día y sin aviso, Mates, vida de agobios, la Lengua cerraba el periplo, retomamos la faena, la siguiente semana, las áreas que quedaron sin hacer, se curraba, también nos divertíamos, y, como conté, a la estantería, hoy algunos mantienen su puesto.

Gracias por leerme

 

sábado, 26 de agosto de 2023

Viejos recuerdos

 



Que tiempos aquellos, los chavales, yo entre ellos, andàbamos en patinetes, de las que el motor eran piernas, no había elementos eléctricos, ni tan siquiera pedales; gastàbamos zapato como agua al calor, una, dos, tres..., vuelta a empezar.

Subíamos a los màs altos minaretes para desde allí, a tumba abierta, bajar la cuesta, a la pastilla que cada uno era capaz, -chiquilloooossss, se van a matar, vociferaba quien quiera que te viese, nos mirábamos, reíamos y dàbamos más piernas; como locos, puro desenfreno; luego, ya en el parque, se comentaba la carrera; una poca de razón tenían aquellos mayores, sin acordarse que, ellos, también se aventuraron en tales gestas.

Todos a casa!, mañana otra vez, cuestas distintas, carreras entre barrios, nos daba igual, el rato patineta era nuestro, carreras infantiles.

jueves, 4 de mayo de 2023

¿Quién de pibito...

 


...no soñó con una casita en cualquiera de los árboles de uno u otro jardín? De esas que, en las pelis, no carecían de detalle ocurrente o no, con su cajita llena de mil sorpresas, la estantería repleta de los mejores libros y cuentos de aventura, mil y un TBO de Mortadelo, el Capitán Trueno, o..., vaya ysted a saber.

Allí, en baúles, celosamente guardados tendríamos nuestros tesoros, esos que hacían que nuestra infantil imaginación se disparara; la nave que surca  el espacio con nuestra pericia en el  pilotaje, barcos que surcaban mares imposibles hasta el fin del mundo, allí libraríamos batallas, seríamos grandes caballeros, recompensados por reyes poderosos...

Luego, la merienda, pan y chocolate que era rico premio en nuestra niñez, y a seguir jugando, una nueva historia, otras aventuras, la noche caería, las brujas se asomarían a tu ventana, ver que todo iba bien, que la fiesta era alegre, que cada cosa seguía en su lugar, algo más tarde, la voz de mamá:

-¡Arriba, campeón!, hay que ir al cole.


 

sábado, 15 de abril de 2023

Recuerdos... más de brujas

 


HISTORIAS VIEJAS IV: Era una noche…, noche de brujas

Cuántas y cuántas veces, ya ni me acuerdo de la cantidad, han salido, por un lado, por otro, en cualquier plataforma, las brujas, aliadas de la noche, hechizadoras, dueñas de los mil conjuros, encantamientos y maledicencias, con un tema de fondo, el de siempre, amores mal entendidos o, mejor, no comprendidos, envidias, vengar viejas heridas, que ya no encuentran cicatriz, que no cierran, que siempre habrán de quedar… Hoy, puntuales, al filo de la «minuit», que dirían los gabachos, vuelven por sus fueros, a reunirse, con nuevos juramentos, sin dejar los viejos, los mejor logrados.

Luego de muchos post, he encontrado una aliada, que, de vez en cuando, me manda las que va encontrando, serán o no, más bellas, mejor logradas, importa el detalle; hay quien en un arreglo de suerte, ha creado su espacio, calderos de cerámica vieja, sapos de trapo, araña que levantan miedos, y, por suerte, aparcamiento para sus escobas, superior.

También, si acaso, sirvieron para inspirar historias y relatos, que esconderán deseos, que adornarán bellas y nocturnas fotos, que proponen una lectura que invita a perderse en lo más profundo de la imaginación… dejándote llevar, saboreando, una a una, palabras que salen sin pensar, que van fluyendo, sin orden, sin más ánimo que ir rellenando huecos, dando pompa y boato a ellas, las «auténticas protas», las que mandan la noche, las que juegan a conjurar, las que regalan mil acertijos.

Luego enfila la madrugada, no se las ve, sólo se oye el corte del viento de sus infinitas escobas, después… silencio, todo en calma.

Sólo noche, noche de brujas…

Buenas noches a todas y todos, disfrútenla, dura muy poquito.