domingo, 12 de marzo de 2023

Del casino al costado, bajando por Bañaderos

 


Vamos pa la playa...

A esa hora de la media mañana, el solete cayendo a plomo en las calles, toalla al hombro y gafas soleras de los màs pudientes, un puñado de chavales copaban la acera esperando algún amiguete o conocido que, con ganas, nos arrastrara en su coche hasta esa playa. Éramos muchos haciendo, en plan fino, autostop, "dedo" en lenguaje coloquial.

Por el cruce se veía a Lolo con su furgoneta, Pepe con su 4 x 4, Tomás con el coche de la empresa y algún que otro motorizado, uno o todos dejaban, en un ratillo, limpío el punto; más tarde nos veríamos en ese costado, cuerpos tirados al sol mimetizados con las rocas; alguien, en rito ancestral, se embadurna en cremas, los màs, primeros en llegar, ya chapotean en el agua. Otros, en la orilla, esperan la última recalentada del lorenzo. Rito de todos los días.

Esos eran los veranos de entonces, sol, agua y disfrutar, se le echaban horas, no había otras tareas, un baño, luego otro, olas que mecen al personal, juegos de empujar, algunas competiciones natatorias, techos de agua en ida y vuelta, vuelta a la orilla, un cigarro, también un bocata y agüita, conversas con los colegas y, quien la tenía, charla con la pibita... A la tarde, salida, camino a la inversa. Polo a ca'toribio, pirata, y para casa. Luego... ya veremos. 

Gracias por leerme.