Era de esperar, allí, en mitad del majano la estaba esperando, aleteando sus llamativas poses, a ver si la "chorva" picaba, y... ¡vaya si picó!
Confundida, no sabemos si por la época o la hora en que él la reclamaba, se dejó ir, se quedó "embobada" mirándolo y en un descuido...
El resto ya lo conocemos... por esos campos, mañana revolotearán sus vástagos, repitiendo el rito, llenando de vida la estación...
La primavera, siempre primavera...
Es lo que tiene, que la sangre altera, y lo otro también.
ResponderEliminarGUILLE: Algunos la tenemos alterada fijo, "lo único"
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