Fuego de San Juan
Cuentan -de tiempos remotos- que cuando corría el año de maricastaño,cerca del año del titiritate, allá por el mes de junio, los guanches engañaron a un tal Guayota, demonio malo -"desinquieto" él- que vivía en las entrañas del Teide -Echeyde en sus orígenes-, cuando salió a ver si habían acabado los tiempos adversos y esquilmar las cosechas de aquellos pobres campesinos, aniquilando, a la par, sus rebaños.
El mal fue espantado, así con fuego, dejándolo dormido para siempre en su pétrea tumba.
Hoy, cada 23, cuando muere el día y empieza a romper un nuevo tiempo -día de San Juan-, quemamos, en hogueras, todos los malos espíritus que nos acompañaron en otros momentos y le damos la bienvenida a la nueva estación... El fuego -poderoso señor- se lo lleva todo.
Pues esperemos que queme a la maldita PRIMA,BANCOS,POLÍTICOS,DEUDA...ños!este año las hogueras van a estar buenas.¡Feliz San Juan! yo lo celebraré bailando al ritmo de Pitbull.
ResponderEliminarBuenas hogueras prendimos por tu tierra adoptiva, entre acordes de guitarras, "piscos" de ron y buenas compañías.
ResponderEliminarEspero que la llegada del verano y tremendo ritual te recargue las pilas.
Espero que de verdad hayan pasado algunos de los males en ésta noche mágica , en la que alguna se mojó también por fuera a pesar del frio
ResponderEliminarGLORIA: Hay tantos que se nos juntarían dos docenas de sanjuanes.
ResponderEliminarGUILLE: Muchos piscos, digo hogueras.
LAURA: Esos males no arden, hay que arrancarlos a mano.