sábado, 25 de enero de 2014
Pilladas al sol... luego de la tormenta
Tenía que ponerlas, no me resisto, es casi más fuerte que yo... Me paso el año cuidando ese jardín, mimando los rosales, procurándoles luz, podando ramajes que no llevan mensaje para que, al fin, ellas puedan lucirse, ¡no veas como lo disfruto!
Voy viendo como, cada día, abren sus pétalos un poquito más y hoy, soleado, después de días de tormenta y frío así lucen, hermosas.
Su tiempo es efímero, por eso yo las voy poniendo, tengo más, pero no como las de hoy...
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Empiezas a preocuparme. Llevas un tiempo muy ¿floreado?
ResponderEliminarMardito roedó
Sí, pero no canto aquello de... «Somos lirios, somos rosas...» y lo que sigue... roedó de la pradera....
EliminarSiempre me preguntado amigo J. Gerardo el por qué de la belleza de las rosas y la agresividad de sus espinas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buena pregunta... La espina es la defensa contra los predadores. Suerte que ellas se pueden defender, porque ante quien nos depreda, no tenemos defensa alguna. ¡Gracias por pasar!
EliminarDicen que los que miman las flores y plantas son seres delicados y tiernos ¡Bienvenido al club!.
ResponderEliminarSigue cuidándolas ellas nos compensan con tremenda belleza visual y olfativa.
Besos de gofio.
No sé si yo las cuido o son ellas las que cuidan de mi... Es un "mano a mano"...
EliminarBesos rosados