A la una, a las dos y a las... empezaba el baile, de ida y vuelta, en tanto, a ver que conjuro me invento, qué hechizo al remero para que sólo se fije en mi turno.
Al pasar la barca...
me dijo el barquero...
las niñas bonitas...
Fue pasando el tiempo, ese que no se para, una, dos, una dos, una.. el final estuvo cerca, se acababa, si quería más tendría que ponerse...
...no pagan dinero.
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