A lo mejor eso quedaba muy lejos, pero no tanto cuando se ha tenido la oportunidad de difrutarlo en vivo y en directo, navegando los últimos kilómetros hasta llegar a donde el río se hace mar; donde el mar -arte de la naturaleza- viste a la fauna con traje de sal, para la flora creando playas, tiñiendo de azul claro el agua que baja y de mil tonos amarillos el suelo que las forman.
miércoles, 16 de mayo de 2012
Encuentro entre dulce y salado
A lo mejor eso quedaba muy lejos, pero no tanto cuando se ha tenido la oportunidad de difrutarlo en vivo y en directo, navegando los últimos kilómetros hasta llegar a donde el río se hace mar; donde el mar -arte de la naturaleza- viste a la fauna con traje de sal, para la flora creando playas, tiñiendo de azul claro el agua que baja y de mil tonos amarillos el suelo que las forman.
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Bellas tierras, mejores experiencias.
ResponderEliminarSigue siendo igual de bonito que el año pasado... Por alli no ha pasado el tiempò
ResponderEliminarGUILLE: De inigualable belleza.
ResponderEliminarLAURA: Para vivirlo sin los monstruos
Tuve la suerte de conocerlo el pasdo verano y me pareció un paisaje diferente, quizás porque de donde soy el agua por la que estamos rodeados es salada y aquel dulce-salado es una combinación que me gusta. Quién tenga la oportunidad de conocerlo que no deje de visitarlo, realmente vale la pena.
ResponderEliminarEste verano programo una escapadita. Al chucho lo dejo en Granada que no le gusta el agua.
ResponderEliminarGLORIA: Si vas, aprovecha y visita el eco-museo, sé que te va a ecantar.
ResponderEliminarPERRO: Te lo recomiendo. A mí me gustaría ir al Coto Doñana.