Aún, en el silencio, suenan los vítores, anclados en el espacio vacío. Mientras el We are the championg salta de una grada a otra, del reloj al marcador ya defiitivamente apagado.
Si buceas en el recuerdo más remoto, verás a A. Rebollo en el momento de lanzar su flecha, la que encendió 14 días de medallas, record, de nuestros paisanos triunfando con la elite mundial.
Hoy, en el Internet que todo lo puede, hay quien detracta el momento, da igual, si no el mundo entero, yo si me emocioné, y me da igual que la flecha pasara a diez mil años luz del pebetero, yo si lo vi encenderse, yo -viéndolo en la tele- también estaba allí..
Fué un momento mágico, fruto de la genialidad de un mente y de la capacidad del cine para hacernos creer algo que puede no ocurrir. Aún lo veo y se me eriza medio cuerpo.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que es una imagen que quedará en el recuerdo de todos aquellos que tuvimos la ocasión de disfrutarlo y vivirlo. El pasado verano estuve en el lugar de la foto y se lo explicaba todo a mi hija y me dijo: pero mamá si parece que estuviste aqui ese día! y lo estuve, a través de una pantalla de tubo
ResponderEliminarGUILLE: Cuídate la otra mitad, je je.
ResponderEliminarGLORIA: El momento es de todos los que lo vivimos, sin olvidar a los que sólo vieron la posibilidad de crítica destructiva.