martes, 17 de septiembre de 2013

Y si quieres... ponle buena cara...


Como siempre, y como en estos años, no sé cuántos, empezamos la faena, la vida se nos llena de críos que vienen de unas largas vacaciones, ellos no traen ganas, nosotros tenemos que tirar pa'lante de todas formas.
Llegan con sus pieles tostadas de tantas y tantas horas de playa, sin importarles si el moreno luce o sólo es una consecuencia lógica de estar "botado" entre el mar y la arena.
Con ellos llegan más gentes, unas expectantes y otras en son de "no te creas que..." y las demás contentas porque, al fin, empieza, y ya era hora; -¡lo de todos los años!
Pero no son ellos los que me sacan ese ladillo de ¡no vengas ya a...!, si no los que piensan en que este invento es de ellos, y que aquí pueden mandar y ordenar y que los demás tenemos que agachar la cabeza y afirmar "¡si bwana!". 
Te traen problemas que no existen, peticiones imposibles, buscan que sólo les des, no se comprometen a traer, ni tan siquiera a dejar que otros puedan, en manera, disfrutar de aquello que ya no usan o arrimaron con el dicho de "¡si te crees que...!"
Dura su tiempo, y tú, si quieres, igual puedes ponerle hasta buena cara.