lunes, 15 de mayo de 2017

Entre laderas y montañas...


En un confín de la isla, mitad de ninguna parte, paso sin paso que las nuevas vías han dejado aislada, pero, que a la vez, recupera el sabor de lo perdido.
Bajando, no del cielo, de Pájara hacia el infinito, nos encontramos con un bello paraje, la Cuesta de Guerime, lugar de Las Hermosas, un trozo más del secano, donde el silencio lo rompe el viento, el balar de ovejas y cabras, y el ritmo cadencioso de aulagas y hojarascas resecas por el insistente astro... no muy romántico, pero no menos bello, de donde se mire.
Todo ello en su decorado natural, cielo, mar y montañas lejanas, un conjunto que invita al foto-matón, a inmortalizar algo que, muchos, ya hicieron...
Fuerte, siempre, reseca, bella, dorada y brava.