miércoles, 29 de febrero de 2012

¿Me conoces..., máscara...?

Un añito más, escondido -más que vestido- con unas telas que lo único que disfrazan son los viejos michelines que -a golpe de años- se acumulan en mi cuerpo, saldremos a coso, a lucir tela y chicha, ganas y solera.
Éste, nos toca de cuentos infantiles, y uno, por no quedar mal, se engancha al tren de la "fiestita", vestido de Peter Pan (y la mató).
Me falta la "campanilla" para estar auténtico, y el Garfio, para rodar mil batallas, en otros tantos mundos imaginarios.
No vendrán los niños de la "peli" que aquí tenemos a porrillo, disfrazados al gusto de cada cuento, Merlín, 100 y no sé cuantos dálmatas, y algunos más que habrán de lucirse en imaginario escenario.
Tendremos música carnavalera, murgas cantarinas, pasacalle con tambores y quema de... la sardina, por darle un nombre al monumento.
Luego, con el humo del asado, iremos pensando ¿que vestido le pondremos el carnaval venidero?
Más tarde, con el vuelo de las últimas cenizas, nos recogeremos, seguros -sobre todo- de haberlo pasado bien...

miércoles, 22 de febrero de 2012

No hay cuento que se mantenga...

Algunas historietas, cuentos que oímos miles de veces -mundo de niños- a lo largo de la historia van dando cambios a gusto del narrador, cada cuál, a su modo, lo cuenta como le parece; lo cierto es que yendo del bosque a Carapatia a buscar unas birras para la fiesta, nos encontramos, en la carretera, a la tal individua, salida desde los mismísimos confines del infierno, o del cartel de carnaval de estos lares; con cara de muy poquitos -si le queda alguno- amigos, lo digo por los años que suponemos tiene.
Paramos, y la chica subió, no sin poner mil dos peros, advirtiéndonos, de que no está para muchas tonterías, que le aprieta hasta el lazo que lleva en la cabeza y que lleva muchos años esperando que alguien se la lleve del cuentito.
Luego, un poco más calmada, nos cuenta que está harta del mismo, que la cama le viene chica, que los siete enanos juntos no hacen un hombre, que el tal príncipe es un moñas que sólo piensa en ser guapo y no despeinarse, -lo sabíamos-, y que la manida bruja sigue y sigue emperrada y no ha cambiado de manzana... ¡Tenía que pasar! 
Algún día nos encontraremos con que hay una niña que con la capa roja se hizo una minifalda, pero eso... ¡es otra historia!

miércoles, 15 de febrero de 2012

De blanco, como pa'ir de boda...


El espectáculo -repetido- sale de nuevo a la luz, es muy probable que allá donde el fenómeno es cotidiano, nadie repare en el momento, un poco de nieve pinta de blanco boda la cumbre de Gran Canaria, hay quienes ya hartean de tanta y tanta como les ha caído, y muchos, el día que no la ven hasta se sienten raros.
Pero por estas, también de quienes las quieran disfrutar, el caso no es frecuente y -a su visita- se llenan de gentes y vehículos, lugares que el resto del año permanecen en el más absoluto silencio, roto por el crujir de ramas y cantos de aves que viven y pasan.
Aquí la dejo, sacada de un prestioso diario, para que todos los que no la podemos ver, la disfrutemos, que alguna también es nuestra.

domingo, 12 de febrero de 2012

Mientras suena en un rincón

En un rincón, de un viejo vinilo sale una música impreganda de mil recurdos, de cuando era, por decirlo, algo más joven...
Recuerdo como -por enésima vez- nos sentábamos y hablábamos de proyectos, cientos, ideas que vendrían o no, anhelos, ilusiones...
Mientras, las notas de nuestra canción preferida, alegraban esos momentos, a cada una le poníamos un acontecimiento, amores no correspondidos, declaraciones rechazadas, y -algunos-, comentaban como habían triunfado, o no... -mentiras de valiente-.
En otros momentos, alguien sacaba un cigarro, y, con desespero, lo compartíamos como si fuese lo último que íbamos a hacer en nuestras vidas, luego corríamos a lavarnos las manos y la boca, ¡bah!, ¡si me pillan...! me temo lo peor...
Acabado el festín nos íbamos a la calle, a corretearla, y cuando había dinerillo,  a la disco, a probar suerte... -tardes de domingo-.

miércoles, 8 de febrero de 2012

¡Cuántas veces, entre tus hojas...!

Cuántas veces, -callado compañero-, me perdí entre tus páginas; en ellas fui pirata, romano, camionero, piloto de aeronaves, timonel en submarinos..., millones de cosas.
Viví aventuras imposibles, rescaté princesas, tiré murallas, maté dragones..., viajé a la Luna, conté mares, bajé ríos turbulentos, escalé picos en los confines de la Tierra...
Y también -a buen seguro-  crecí y aprendí un oficio, me hice lo que soy, mi dedicación está impresa en tus hojas; miles de palabras me enseñaron cómo poder hacerlo, sirviendo bien a quien pueda interesar.
Hoy, allí, en honorífico puesto, sigues guardando tesoros, dispones -orgulloso-, en abierta oferta, tu lomo; esperas la oportunidad de ver la luz de nuevo, de volver a ser útil, de dar -de tí- lo mejor que llevas, experiencia, gratitud.

domingo, 5 de febrero de 2012

Por qué te cambié

Y yo que me las prometía más felices que unas vacaciones, mira por dónde descubro que los piratillas han abordado mi cuenta de correo y todo lo que ella lleva... y ¡claro!, al probre todo pulgas, me veo en la imperiosa de cambiar -hasta de chaqueta- para poder seguir sobreviviendo en la red, ello ha llevado un cursillo intensivo de ¿cómo borrar y empezar de nuevo?
El otro día porque se me perdió sin yo quererlo mi primer blog, en el que deposité montones de cosillas, de horas buscando ¡qué poner!, hoy, nuevo cambio, los chichos de la Europa del este se han hecho con mi dirección, con mi exblog, y se han dedicado a dar brincos en mi nombre por la red...
¡En fin, ver y seguir viviendo!