jueves, 27 de septiembre de 2012

Cuéntalo, alguien lo verá...

Sentir como el papel alía su fuerza con un lápiz, no sé si viejo, o gastado, y como, poco a poco, redondel arriba, trazo abajo, punto al lado y mil signos que van juntándose a los ya puestos para montar mil palabras; palabras que van contando historias, anécdotas con moraleja, moralejas del ¡si lo hubiera sabido...!, calladas, que, al final, puede que nos enseñen cosas, o, también, que nos fastidien por ser producto de un error.
Y así, hoja a hoja, se va trenzando el relato, de lo que quiero contar, que puede no coincidir con mis verdaderas intenciones. Contar que aunque el tiempo pasa, seguimos ahí, aunque las canas pinten mi cabeza y las arrugas mi cara, quiero seguir diciendo cosas, de lo que hizo que me temblara hasta el talón, de lo que me erizó hasta el pelo de la nuca, de como, cada uno de los relatos, que compongo, leo, y me cuentan, llenan un poco más mi equipaje.
Estar dispuesto, decirlo, no quedar al pairo de intenciones, tuyas o mías, saber que tú lo sabes y leerlo, y leer lo que me cuentas; disfrutar de tus cosas, y de las mías.

4 comentarios:

  1. Creo que ese es el fin de todo aquel que coge làpiz,papel y escribe. Contar, narrar,describir, ilusionar... siempre alguien lo leerá, aquí estoy...
    Besos de gofio.

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  2. Eso es lo que cuenta, con silencios, textos, palabras, imágenes,... seguir contando cosas.
    Un abrazo

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  3. Las cosas que cuentas y lo bien que las cuentas, siempre tendrán lectores.

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