lunes, 21 de abril de 2014

Y el libro conoció a rosa...

(De San Google casi bendito)

Él, libro, abrió sus alas, y un dulce aroma impregnó sus hojas,  sin pensarlo quiso ser ella, pero sólo podía contarle cosas, mil cosas, sueños, aventuras, historias, relatos perdidos en el tiempo...
Ella, rosa, quiso ser él, aprenderse todas y cada una de sus palabras, para repartirlas en el viento, pegadas a las patas de los insectos que la rondaban, pero sólo aprendió se su propia historia.
Y en un momento, ambos fueron uno..., el tiempo se llevó el aroma, las palabras quedaron esperando uno, mil, otros aromas, de otras rosas..., como ella...

6 comentarios:

  1. Pos dile a él, libro, que no se cierre, que la escacha, a ella, rosa.

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    1. ¡Anda, anda...! que tienes tú mucho rollo, mardito roedó

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  2. Leyendo tu poético post, he pensado en la posibilidad de una rosa virtual para la nueva generación ebooks....todo se andará. Saludos desde la península.

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    1. ¡Adelante!, ya lo admiraremos cuando llegue, porque llegará, ¡segurísimo!

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  3. Nunca estamos conformes con lo que somos, con lo entretenido que es encontrar algo o alguien que te complemente, disfrutar del conocimiento del otro y nutrirse mutuamente.
    Saludos desde Tenerife.

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  4. En ello estaban ambos...
    Besos rosados

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