miércoles, 22 de febrero de 2012

No hay cuento que se mantenga...

Algunas historietas, cuentos que oímos miles de veces -mundo de niños- a lo largo de la historia van dando cambios a gusto del narrador, cada cuál, a su modo, lo cuenta como le parece; lo cierto es que yendo del bosque a Carapatia a buscar unas birras para la fiesta, nos encontramos, en la carretera, a la tal individua, salida desde los mismísimos confines del infierno, o del cartel de carnaval de estos lares; con cara de muy poquitos -si le queda alguno- amigos, lo digo por los años que suponemos tiene.
Paramos, y la chica subió, no sin poner mil dos peros, advirtiéndonos, de que no está para muchas tonterías, que le aprieta hasta el lazo que lleva en la cabeza y que lleva muchos años esperando que alguien se la lleve del cuentito.
Luego, un poco más calmada, nos cuenta que está harta del mismo, que la cama le viene chica, que los siete enanos juntos no hacen un hombre, que el tal príncipe es un moñas que sólo piensa en ser guapo y no despeinarse, -lo sabíamos-, y que la manida bruja sigue y sigue emperrada y no ha cambiado de manzana... ¡Tenía que pasar! 
Algún día nos encontraremos con que hay una niña que con la capa roja se hizo una minifalda, pero eso... ¡es otra historia!

1 comentario:

  1. Y quien sabe, por esas carreteras en vez de lobo te encuentras una loba, pero ups!!, esa tambien es otra historia.

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