miércoles, 8 de junio de 2022

Cosas de andar... en eso, la Dama

 


Un lunes, el pasado, a esa hora que andábamos esperando por la "misa en memoria" de nuestros seres queridos, Arucas, tu pueblo y el mío; allí estaba, altiva, como siempre, bella, como nunca, «La Dama», apuntando al cielo con sus torres y retándolo a ver quién es más de lo más. En eso, una ocurrencia, la enésima, que nunca, -lo he dicho millones de veces-, será la última. Ella esconde, entre sus aristas, mil tonos, y otros tantos al claroscuro del atardecer. Lo dicho clic-clac, otra entre millones de momentos, una vez más inmortalizada, para la posteridad, de esas que, dentro de tiempo, algún día reencontrarás, y veremos que nada o casi poco ha cambiado.
Llama mi atención las vidrieras laterales a la roseta central, ¿qué se ha hecho con ellas?, parece que le faltara algo, complementos que realzan ese bello monumento; alguien habrá de saberlo, que yo no. 
Por lo demás, sorpresas escondidas, que resaltan al caer la luz, a medida que ese último sol juega con ellas, ahora a poniente, luego, un ratito más tarde, a cambio de astro, hacia oriente.
Da igual, habrán más, más o menos parecidas, guapas, prestantes de color, de armonía en piedra. nos enseñará nuevos matices, grises con casi blancos, azules de vidrio con casi negro de marcos, grandes y hermosos portones, mil cosas...

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